Las barandillas de vidrio son una gran alternativa a las tradicionales de hierro, aluminio y madera cuando se trata de familias con niños y mascotas. Como los paneles de vidrio de las barandillas de cristal se instalan cerca unos de otros, no hay huecos ni espacios peligrosos en los que los niños o las mascotas puedan atrapar alguna de sus extremidades o, peor aún, atravesarlas y caer.
Si tiene un niño pequeño y una barandilla que no sea de vidrio, seguro que ya ha tenido que bajar al edificio a recoger los juguetes y objetos lanzados por la barandilla, algo que al principio es divertido, pero que con el tiempo se convierte en una actividad tediosa.